LIMALAMA Y LOS NIÑOS
- dentrodeltatami
- 21 ene 2015
- 2 Min. de lectura

Me llamo Sandra, comencé a entrenar Limalama con la edad de 6 años, siempre he querido seguir los pasos de mi profesor, en la actualidad soy monitora de grupos infantiles.
Iniciar este nuevo camino en mi carrera deportiva, me ha permitido madurar, aprender y mejorar como persona, también me ha permitido observar, estudiar y ver el estilo de vida de un niño de la actualidad y el de hace ya algún tiempo.
Los niños de antes salían a la calle a jugar con los amigos hasta que
anochecía, se apuntaban a todas las extraescolares que podían, aprovechaban cada minuto para relacionarse y pasar tiempo con los amigos… , esto hacia que lo niños tuvieran un buen desarrollo físico. Ahora solo quieren estar en casa jugando con la videoconsola o el ordenador, ver la televisión, ha disminuido la cantidad de niños que practican deporte y han aumentado las enfermedades a causa de esto, ya no se relacionan tanto como antes con los amigos, ahora prefieren hacerlo a través de las redes sociales, que hacen que cada vez los niños lean, escriban y hablen peor, aumenta el fracaso escolar, la violencia y el acoso.

La práctica de cualquier arte marcial, ayuda al niño en su concentración, creando hábitos que le ayuden con sus estudios; el respeto y la educación, haciéndoles más comprensivos hacia sus semejantes, creando actitudes positivas ante la sociedad; confianza y seguridad, haciéndoles sentir seguros de sus posibilidades ante cualquier situación de su vida cotidiana y condición física, dando a su cuerpo la flexibilidad y estímulos que mejoraran su estado físico, reflejos y motricidad que favorecen su desarrollo.
Cuando un monitor dedica su tiempo a la enseñanza de este bonito arte, la mayor recompensa que puede recibir de sus alumnos, es ver como poco a poco van avanzando, mejorando, cumpliendo sus objetivos, … pero sobre todo ver que cada día disfrutan más con lo que hacen.

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